El Covid-19 está generando una transformación a nivel mundial y en donde las empresas deberán adaptarse a los nuevos tiempos y las nuevas formas de desarrollarse y avanzar.
La forma de relacionarse cambió para siempre. Y por lo mismo, la interacción de las empresas con sus trabajadores y con sus clientes, también. El teletrabajo llegó para quedarse, y con ello el desarrollo y ampliación de las posibilidades e inclusión de nuevas tecnologías en las organizaciones.
Pero también otras necesidades han surgido, que van desde el diseño e implementación de salas educacionales a distancia, desarrollo de software a medida de las necesidades de cada empresa, entre otros.
Estas nuevas soluciones integradas de innovación o desarrollo para nuevos proyectos digitales son las nuevas directrices en el mundo de los negocios y las empresas.
Existen “diversos instrumentos financieros como leasing operacional y financiero, lease back sobre activos y créditos directos hasta 90 días, dependiendo de cada negocio y cliente”, cuenta Patricio Fonseca Mora, gerente general de Cynersis, empresa que da soluciones tecnológicas para diferentes áreas.
Últimamente la oferta es bastante diversa para clientes de empresa (privados, educación y gobierno), ya que todos tienen variadas necesidades, sobre todo en estos días complejos de mucha contingencia informática, y que van desde soluciones para teletrabajo, salas de video conferencia y directorio, salas de manejo de crisis, licenciamiento de software, desarrollo de software a medida, sistemas de respaldo de energía con UPS y generadores de alta gama, salas de datos, equipamiento computacional de oficina, servicios y soporte en terreno, seguridad y gestión de activos informáticos, entre otros.
Esta pandemia cambiará la forma de trabajar y hacer negocios. “Al final del día deberíamos sí aprender la lección de tener más tiempo para nosotros y la familia, siendo las tecnologías el puente facilitador de la no presencia y el desplazamiento continuo de las personas en ciudades congestionadas como las principales capitales del mundo, donde Santiago aporta con lo suyo en congestión y contaminación”, agrega.
Con miras hacia el futuro, se hará necesario que los gobiernos revisen sus objetivos de políticas laborales, donde pueden aparecer serios ajusten en términos de rentas de las personas, así como en horarios dedicados al trabajo o empresa. La discusión en Chile de las 40 horas semanales, ya podría ser parte de la historia después de esta pandemia, si se considera al teletrabajo como la nueva normalidad laboral.
“Toda crisis trae consigo una revisión a fondo de lo que estamos haciendo, tanto a nivel personal como empresarial. Y si no sacamos lecciones de eso, habremos perdido una gran oportunidad de renovarnos, reinventarnos, mejorar, desgrasar la operación, agilizarnos como organización. En fin, despegar y estar más armados para la nueva pandemia o crisis que podría venir a nivel planetario. El tema del cambio permanente de la humanidad llegó para quedarse”, debemos estar siempre alertas y preparados, concluye Fonseca.